14.2.12

WELCOME!

1, 2, 3. Probando, probando. Sí, parece que todo está en orden. Después de ajustar las plantillas y fondos, los títulos y subtítulos, podemos dar como inaugurado este blog sobre informática aplicada a la traducción. El propósito de este humilde sitio es llevar a cabo un cuardeno de bitácora; en él, hablaremos de diversos temas relacionados tanto con la informática como con la traducción de una manera (esperemos) amena y desenfadada. Para ello, hemos elegido este formato tan característico en estos tiempos modernos en los que vivimos: el blog. Presumo que alguno de vosotros no había estado en contacto con esta herramienta social hasta el momento pero no temáis: es muy sencillo. En nuestro caso particular, hemos optado por Blogger. Una de las razones fundamentales es que está vinculada a una cuenta de correo electrónico de Google que seguro que, a estas alturas de la película, todos tenéis. Sin embargo, existen otros muy conocidos como WordPress, por si alguien quisiera indagar un poco más antes de zambullirse en este mundo blogero.

Basándonos en el principio de que «Google es nuestro amigo», comenzamos el proceso precisamente haciéndole una visita; escribimos «blogger» y pinchamos. La primera dirección que nos saldrá será esta: www.blogger.com. Bien, una vez hayamos abierto el enlace nos encontraremos con que Google, amablemente, nos pide que introduzcamos nuestro correo electrónico y nuestra contraseña (pepitoperez@gmail.com y pepit0perez5); tecleamos y ya estamos dentro del sistema. Elegimos la opción de Nuevo blog (que se puede ver arriba a la izquierda en un recuadro blanco) y nos aparecerá entonces una nueva ventana para que introduzcamos el título del blog (El blog de Pepito) y su dirección (pepitoblog@blogspot.como) y que elijamos una plantilla. Debéis saber que esta es, seguramente, la fase en la que más tiempo invirtáis, ya que en ocasiones las direcciones ya están cogidas, la plantilla no os convence o no tenéis ni idea de qué título poner... No hay que abrumarse: uno puede poner un título, una dirección y escoger una plantilla provisional y, más tarde, cambiar todo lo que uno guste hasta el infinito y más allá (¡incluso la dirección!).

En unos tres minutos tendríamos un blog recién salido del horno y listo para ser bombardeado con lo que a uno más le apetezca: textos, fotos, vídeos... Si pinchamos en el enlace del blog en la página principal de Blogger, nos llevará a Mis blogs y allí podemos encontrar toda la información referente a nuestro blog: entradas, páginas, comentarios, estadísticas (para ver quién, cuándo y desde dónde leen tu blog), ingresos (para ganar algún dinero con tus publicaciones), diseño, plantilla y configuración. Estas tres últimas opciones son las que te permiten darle forma a tu recoveco internauta. Pudes cambiar la fuente, el color del fondo, poner una fotografía como título, ampliar el ancho de las entradas, cambiar el formato de la hora, los colores de los enlaces... Infinidad de opciones e infinidad de posibilidades a las que uno puede echarle un ojo y ver qué cosas le gustaría modificar y cuáles no; todo esto, eso sí, enfocado a las mera apariencia estética del blog. Una vez hemos conseguido (o casi) el aspecto que más se ajuste a nosotros, ya estamos listos para publicar nuestra primera entrada. 

Pinchamos en el lapicerito del menú, arriba del todo a la izquierda, ponemos un título y dejamos que la imaginación y los dedos corran por el teclado. Una vez hemos escrito, corregido y revisado nuestro texto o hemos colocado en el lugar adecuado nuestra fotografía o hemos añadido la explicación pertinente al vídeo que hemos colgado, estamos dispuestos para publicar y dar vida así a nuestro pequeño, que se encotrará, desde ese instante, codeándose con la farándula bloggera de más alta alcurnia. Esperamos que este breve tutorial ayude a aquellos que anden aún en pañales por estos lares y sirva asimismo para daros la bien venida a nuestro novicio blog informático-traductor.